sábado, 7 de septiembre de 2019

Juan Salvador Ondoño López
Salvador de la Venta
Salvador con su violín

El pasado día 31 de agosto de 2019, Salvador fue homenajeado en una comida y posterior baile con todos sus sobrinos en un conocido restaurante de la zona.
Tras la comida, en  Casa de Ribera, los músicos, sus compañeros de la Cuadrilla, lo esperaban y tocaron al ritmo de su violín, alma durante muchísimos años de esta Cuadrilla.
Salvador siempre ha sido una pieza clave en la Cuadrilla y de ahí el cariño y respeto que le tenemos todos los miembros de la misma.

A continuación, nada mejor para definirlo que como lo hizo su nieta en el revista - libro que publicamos en el año 2015




SALVADOR “EL VIOLINISTA”
Irene Moreno Ondoño

Yo, pienso que él es muy importante para la Cuadrilla, por la razón de que toca un instrumento peculiar. Pone música a la  misma de mano del violín  que es un instrumento precioso y muy imprescindible para la música, porque además de ser encantador, hace la música melódica, bonita y más dulce. Toca piezas como son : pardicas, jotas, malagueñas, gandulas, pastorcillos, animeras etc.
¡Como no!, estoy hablando del famoso “violinista” también conocido por “Salvador de la Venta”, Salvador Ondoño López. Yo lo conozco por abuelo.
Mi abuelo ha enseñado a todo el que ha querido aprender a tocar el violín o la guitarra y sigue enseñando a quien se lo pide.
 Recuerdo que me cuenta historias de cómo se enseñó a tocar el violín. Él cuenta que fue a La Risca donde acudía un hombre de Benablón que le dio algunas clases de violín, mas tarde no se podía permitir seguir en las clases y las dejó. Dice que en su pueblo había personas mayores que eran integrantes de la Cuadrilla, y de observarlos y escucharles, poco a poco aprendió lo que hoy día sabe.
 A veces me acuerdo que cuando era pequeña, yo era muy juguetona y un día mi abuela me dijo: “anda ven y siéntate aquí”, me senté en el sofá y me dio un mantecado, al rato mi abuelo sacó su violín, lo afinó y empezó a tocar. Yo observaba con atención cada nota que daba y pensaba que algún día quería tocar como él y aprender. Más tarde, cuando tenía siete años, mi madre me propuso apuntarme al Conservatorio de música de Caravaca y yo no me lo pensé dos veces y dije que si .Yo ahora toco la viola y el piano  en el conservatorio .También toco el violín y un poquito la guitarra con la Cuadrilla.
Por último quisiera mencionar a quien me enseño a cantar todo lo hoy se. Esa fue, sin duda, mi abuela Dolores, que aparte de apoyarme siempre, me ha animado y llevado a todos lados con la Cuadrilla  para que haya ido aumentado mi ánimo para poder tocar y cantar ahora.
Por su parte, mi abuela, también es un pilar importante para la Cuadrilla, por su enorme devoción y pasión por la música y la cuadrilla. Y aunque hoy en día no puede porque sus piernas no se lo permiten, siempre le ha encantado bailar y colaborar con la Cuadrilla.
Me despido con un saludo y un fuerte abrazo para ustedes. Espero que le haya gustado este pequeño texto sobre mi abuelo y todo lo que tiene que ver con él.





Que sigas muchos años entre nosotros para darnos sabiduría y cariño.


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